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Reflexología podal: más que un masaje, una terapia integral

¿Le gustaría experimentar una forma única de bienestar y alivio del dolor que va más allá de un simple masaje? ¡Bienvenido/a a la reflexología podal, una terapia manual excepcional que puede cambiar su perspectiva sobre el cuidado de la salud!

¿Qué es la reflexología podal?

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La reflexología podal es una terapia basada en la estimulación de puntos específicos en los pies aplicando presiones y fricciones. Estos puntos están conectados de manera refleja con diversas partes del cuerpo, como órganos, articulaciones, ganglios y glándulas, vía sistema nervioso. Al aplicar presiones y fricciones precisas, se desencadenan respuestas reflejas que pueden contribuir significativamente en la regulación de funcionamiento orgánico, su bienestar general y en el tratamiento de sus enfermedades.

Cómo funciona esta asombrosa terapia

La reflexología, también conocida como «terapia de zonas reflejas», actúa como un canal hacia el equilibrio interno. Al estimular los puntos reflejos en los pies, se envían señales al sistema nervioso que promueven la armonización del cuerpo. Este proceso puede mejorar la circulación sanguínea, fortalecer el sistema nervioso autónomo y facilitar la prevención de enfermedades. En esencia, la reflexología podal es una aliada natural para su salud.

Además, al estimular un punto que se encuentre doloroso, rígido o de textura diferente, se pueden sospechar alteraciones en el órgano reflejo que se estimula, lo que incentiva la búsqueda de problemas médicos a ese nivel. Esto promueve aún más el equilibrio a través de una presión prolongada y permite proporcionar recomendaciones médicas y de estilo de vida para prevenir y contribuir en el tratamiento de síntomas o enfermedades.

Beneficios de la reflexología podal que le sorprenderán

Sumérjase en un estado de relajación física y mental mientras libera bloqueos funcionales en sus órganos vitales, o escuche con atención cuáles son los órganos trabajados durante el curso de la terapia si tiene curiosidad.

La reflexología podal puede contribuir a la función óptima de órganos detoxificadores como los pulmones, riñones e intestinos, promoviendo una sensación de bienestar completa. ¿Está lidiando con el dolor? Esta terapia también puede ser un complemento efectivo para aliviar el dolor agudo o crónico, ¡incluso después de cirugías! ¿Tiene problemas de vértigo, ansiedad, trastornos digestivos o mal manejo del estrés? Entonces esta terapia también será su gran aliada.

¿En qué consiste mi sesión de reflexología podal?

Cada sesión de reflexología podal comienza con una conversación sobre sus problemas físicos y emocionales. Posteriormente, en la camilla, realizaré una exploración visual de sus pies para proceder a un masaje relajante.
Para el masaje empleo una mezcla sinérgica de aceites naturales que he seleccionado cuidadosamente para potenciar el proceso de restauración.

A continuación, inicio la terapia reflexológica. Mi protocolo sigue una ruta precisa, estimulando puntos asociados a cada uno de los órganos de sus sistemas urinario, digestivo, linfático, nervioso, endocrino y aquellos relacionados a su motivo de consulta. Trabajando más tiempo en aquellos que estén alterados para alcanzar el equilibrio corporal y mental. Primero el pie derecho y en seguida trabajo el pie izquierdo.

Seguimos con un breve masaje en cada pie. A lo largo de toda la sesión nos acompañamos del silencio o de sonidos relajantes según la preferencia del paciente. Finalmente, continuará con prácticas saludables en casa basadas en las recomendaciones médicas y mis prescripciones personalizadas, empoderándose para tomar un papel activo en su autocuidado.

¿Es segura la reflexología?

La reflexología podal es una terapia segura y sin efectos secundarios conocidos. Sin embargo, es posible experimentar algunas reacciones temporales debido a su efectividad, como sudoración, sed, dolores de cabeza, aumento de la frecuencia urinaria o cambios emocionales. Estas señales son simplemente signos de que su cuerpo está respondiendo positivamente a la terapia y ajustándose a la armonía interna.

¿Es candidato/a para la reflexología podal?

La reflexología podal es una opción beneficiosa para la mayoría, pero hay algunas situaciones en las que se debe proceder con precaución, como en casos de:

  • Tromboflebitis (si se sospecha, realizamos la consulta médica y posponemos la terapia).
  • Embarazo.
  • Infecciones activas o úlceras en los pies.
  • Fiebre activa.
  • Trastornos que requieren tratamiento hospitalario o quirúrgico urgente.

Una vez superadas estas condiciones, puede dar luz verde a esta experiencia transformadora.

Reserve su terapia de reflexología podal

Reserve su cita y déjese envolver en el poder de la reflexología podal. Su cuerpo y su mente se lo agradecerán. Acceda en Bogotá, en las proximidades del centro comercial Unicentro, o consulte la disponibilidad en zona campestre de Tunja.

Testimonios

Preguntas frecuentes

¿Para quién es este servicio?

Para mujeres y hombres, adultos y niños mayores de 6 años de edad. Que no presenten:

  • Tromboflebitis (si se sospecha, realizamos la consulta médica y posponemos la terapia).
  • Embarazo.
  • Infecciones extensas o úlceras en los pies.
  • Fiebre activa.
  • Trastornos que requieren tratamiento hospitalario o quirúrgico urgente.
  • Diagnóstico de melanoma en el pie.
¿Qué puedo esperar desde la primera sesión?

La gran mayoría de pacientes experimentan paz interior y cambios positivos desde la primera sesión, pero los resultados varían de persona a persona. A través de esta terapia, abordamos la causa de muchas enfermedades y los desequilibrios emocionales y mentales. Cada persona experimenta su propio proceso de sanación, el cual no podemos predecir en cuanto a su duración o cómo se desarrollará. Sin embargo, notará cambios positivos en sus síntomas físicos y en su capacidad para cuidarse a sí mismo, lo que le permitirá empoderarse de su salud.

¿Cuántos controles necesitaré?

Cada persona es distinta y el número de sesiones dependerá de su individualidad. La cantidad se determinará al finalizar la primera sesión y de acuerdo a la evolución, pero generalmente se requiere:

  • Una sesión cada 3 a 5 días en presencia de síntomas intensos y de reciente aparición
  • Una sesión cada 7 a 15 días para pacientes con síntomas de hace mucho tiempo, enfermedades prolongadas o personas sanas con desequilibrios identificados durante la terapia.

Si considera que esta información podría ser útil para alguien más, le animo a compartirla con quienes puedan beneficiarse de ella.


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Iveth Ussa